La distancia al poder El jefe - distancia al poder

Individuos, herramientas y procesos.

La distancia al poder o “power distance” es como se conoce en psicología y en ámbitos de gestión (empresarial, institucional, etc), el “grado en el que los miembros menos poderosos de la organización esperan y aceptan que el poder esté distribuído de forma desigual“. Es decir, a mayor grado de “distancia al poder”, más esperamos que haya quien manda y quien debe ser mandado, quien decide, y quien acata las decisiones.

Esto es aplicable tanto desde la ciudadanía y el poder popular (hay un grado de distancia al poder enorme en China, por ejemplo, sin cultura democrática) hasta en el ámbito familiar (en sociedades machistas no se cuestiona lo que el “hombre de la casa” dice) y por supuesto, en la gestión de proyectos y organizaciones o empresas. Var índice mundial de distancia al poder.

Es tan arraigado y problemático, que puede, incluso, hacer que se estrellen aviones (lee “Outliers: The Story of Success“, de Malcolm Galdwell, imprescindible.)

 

La comunicación es la clave de los proyectos.

El manifiesto para el desarrollo ágil de software, en su primer punto, lo deja suficientemente claro: “Los individuos y sus interacciones sobre los procesos y las herramientas”.

Este punto, tanto en proyectos ágiles como en el más puro y clásico waterfall, es clave en la gestión de proyectos, clave para su consecución y éxito.

Si hay una sola persona al cargo del mismo, que gestiona, ordena, prioriza y planifica las tareas necesarias en un proyecto, sea del índole que sea, tiene un 95% de probabilidades de fallar. Es obvio:

  • No cuenta en las decisiones con la verdadera fuerza de todo proyecto o empresa: su capital humano.
  • El conocimiento necesario para la consecución del mismo siempre está distribuído entre los componentes del grupo (hay piedras que forman parte del proyecto, pero suele ser solo como parte del jardin zen que algunos jefes de proyecto tienen en su mesa…)
  • Las estimaciones de esfuerzo o de tiempos, quien ms puede acercarse a la realidad es quien las ejecuta y conoce su estado de ánimo actual, circunstancias temporales, conocimientos y habilidades.

Por tanto: deriba el pedestal en el que estás (ojo, en el que tú crees que estás, porque esos pedestales no existen), ponte a la altura de tus compañeros de proyecto, y escucha y conversa (sí, primero, escucha).

 

La distancia al poder es un factor que se da en ambos sentidos, pero que en sólo uno puede ser reducido.

Aunque seas tú quien tiene las responsabilidades frente a la organización o cliente de la entrega del proyecto y de sus objetivos, debes hacer partícipe de estos a todo tu equipo. A TODO el equipo. Y eres tú, jefe de proyecto, director, o lo que seas, el primero que debe situarse al nivel de sus compañeros de esfuerzo, porque “arriba” sólo hay sitio para uno, y tú no estás solo en ese barco…

La comunicación es mucho más eficaz cuando se produce en el mismo contexto, con el mismo código. Si “hablas” desde “arriba”, es probable que o no llegue tu mensaje, o no se entienda.

 

Elimina o reduce al mínimo la distancia al poder entre tus colaboradores, para que la comunicación fluya adecuadamente en ambos sentidos. Involucra a todo aquel que forme parte en la planificación, la gestión, el seguimiento…
Deben sentirse parte de algo mucho más grande, y sólo así, ver la totalidad del proyecto como el objetivo único a cumplir, en los plazos acordados. Solo de esa forma cada individuo puede aportar mucho más de lo estríctamente necesario, porque ve muchas más necesidades de las que en teoría “le tocan cubrir”, se siente parte de un grupo que trabaja y pelea por un objetivo homogeneo y común.

 

Da libertad a cada integrante del grupo para que trabaje cómo, cuándo y con qué herramienta se sienta más cómodo. Lo importante no es si trabaja con Microsoft Word, Notes, Windows, Mac, Eclipse o Notepad, ¿verdad?
Lo importante es que lo que tiene que hacer lo haga con eficacia, en tiempo y coordinado con el grupo… el individio, la persona, el grupo, por encima de las herramientas y procesos… ¿te suena?

 

 

 

 

 

Imagen "Burgos. El Cid Campeador" de Alejandro Blanco, en flickr.