Nueva York en 5 días. MidTown norte. Día 1.

El Midtown de Nueva York es la parte de Manhattan que se encuentra justo al sur de Central Park, hasta aproximadamente la calle 30. Podríamos decir que de Penn Station a Central Park.  En esta zona de Manhattan, podemos visitar lugares imprescindibles de nuestro viaje: el Empire State Building, el Edificio Chrysler, el Madison Square Garden, Times Square, la NY Public Library (biblioteca pública municipal de NY), la estación Grand Central, la Catedral de San Patricio (St Patrick’s Cathedral), el edificio de la ONU, o la Iglesia de San Bartolomé (St. Bartholomew Church).

Como ves, demasiadas cosas imprescindibles que ver en Nueva York para un solo día.

El primer día de nuestra aventura neoyorkina, y tras un desayuno de los necesarios para coger fuerzas para un día largo, como atraídos por una fuerza irresistible e inexplicable, bajamos hacia el sur por la 7 avenida desde el hotel, dejando a nuestras espaldas Central Park, hasta Times Square [1].

Las luces, la gente, el bullicio, los olores, las pantallas gigantes. Los sentidos se vuelven un poco locos sin saber a qué estímulo responder, hasta que pasados unos minutos empiezas a ver a todo Time Square como un único elemento, casi como un espectáculo audiovisual que hay ver en su conjunto, y dejarse llevar por su aparente caos. Y digo aparente porque en algún momento, muchas de las pantallas (algunas con una resolución y calidad realmente impresionantes), de forma sincronizada, comienzan a visualizar algún contenido coreografiado entre ellas. Realmente, un espectáculo “made in USA” sólo equiparable a algunas esquinas y cruces de Hong Kong o Taiwan. Aunque nosotros, haremos una visita nocturna mañana.

En esta plaza e inmediaciones, puedes encontrar el Hard Rock, la tienda oficial de los NY Yankees, la tienda Disney, la tienda m&m’s….

En la dirección en la que hemos llegado, a la derecha, se encuentra el distrito de los teatros, donde deberás dirigirte si en tu visita quieres ver algún musical. Si así es, te recomiendo que compres la entrada el día antes, en el puesto de ventas de entrada que han colocado en la misma Times Square, justo bajo las “gradas”. Es casi imposible encontrar entradas en taquilla para el mismo día, para casi cualquier obra.

 

Siguiendo con nuestra ruta, giramos al este, desde Times Square, por la calle 42, y en la siguiente esquina, ya en la Sexta Avenida, nos encontramos con un parque precioso (Bryant Park), justo en la fachada trasera de la NY Public Library [2].Aquí se realizan lecturas públicas, charlas e incluso hay un quiosco de préstamo de libros, gratuito, para sentarte y disfrutar.

La NY Public Library, para mí, es una visita imprescindible, amable y relajada. La entrada es gratuita. No te cortes, entra, paseala, piérdete por sus pasillos, entra en las salas de mapas, en las salas de estudio… Guarda silencio y sé respetuoso y nadie te dirá nada, incluso sacando fotos: aumenta el ISO y el tiempo de exposición y evitarás usar flash, aunque tampoco te dirán nada si no molestas a los usuarios de la biblioteca. Puede incluso que te encuentres alguna exposición curiosa, como la de los Google Doodles que me encontré yo, exponiendo los finalistas y ganadores del concurso Doodle 4 Google.

 

 

Tras un paseo por el grandioso y funcional edificio de la NY Public Library, desde su puerta principal en la 5th Avenue (Quinta Avenida), seguimos hacia el este por la 41 o la 42, dirección a la Gran Estación Central de NY (Grand Central Terminal), cruzando Madison Avenue hasta llegar a Park Avenue, las 2 únicas avenidas (calles que van de norte a sur en Manhattan) que tienen un nombre y no un número, hasta llegar a Grand Central Terminal (link en Wikipedia)

Como todos los edificios públicos, grande, de espacios abiertos y pensados desde su planificación inicial para ser funcional al 100%, pensando en el uso y las funciones que debe desempeñar: su gran hall central se ramifica en todas direcciones a cada uno de los andenes, dando acceso también a otros halls secundarios en varios pisos para acceder a diferentes andenes, zonas de compras, restauración y trasbordos entre tipos de medios de transporte.

 

En el hall central, nos encontramos con la famosa Apple Store de Grand Central, sin puertas, haciendo uso del espacio abierto ofrecido por el hall, e integrándose en esta. Baja a algún andén, y descubre el laberíntico lío de pasillos, escaleras y rincones. Ojo, en los andenes, como en el resto de los andenes del NY Subway (el metro), el calor es tremendo.

 

Al salir de Grand Central Terminal, intenta hacerlo a la calle 42 o bien a Lexington Avenue, ya que en la esquina, si miras hacia arriba, te encontrarás justo en la puerta del Edificio Chrysler [4].

 

No merece la pena entrar, aunque ya que estás… en pocos minutos, o menos, descubrirás que los escasos 150 metros cuadrados del hall de entrada no aportan mucho y que  la belleza de este edificio se aprecia mucho mejor si te alejas unos metros, cruzas alguna calle y entonces, vuelves a mirar sus gárgolas, su aguja.

 

Es precioso y todo un icono del skylight de la Gran Manzana.
Volviendo de nuevo a Park Avenue, nos dirigiremos al norte, hasta la manzana entre la 50 y la 51, donde nos encontramos a mano derecha la Iglesia de San Bartolomé [5]. Tras una breve visita a esta iglesia episcopal de principios de 1835, tenemos la opción de visitar la Sinagoga Central de Nueva York [6], siguiendo por Park Avenue hacia el norte, 2 calles más hasta la 54.

Y de la Sinagoga Central, a Tiffany’s [7]… De nuevo en Park Avenue, subiremos hasta la calle 56 donde nos dirigiremos a la famosísima Quinta Avenida. En la esquina de la Quinta con la 56, nos encontramos el Edificio Tiffany’s, con su famoso escaparate de Desayuno con Diamantes mirando a la Quinta Avenida.

¡¡ Estamos en la Quina Avenida !! La avenida de las compras por excelencia. Todas las marcas importantes están en esta avenida, una detrás de otra. No pierdas la oportunidad y disfruta del ambiente. Empápate de él y prepárate a compararlo con experiencias y ambientes que vivirás pocos metros de esta misma avenida. Esta es la grandeza de Manhattan. Por supuesto, podríamos estar un día entero recorriendo solo esta avenida de norte a sur y de sur a norte, pero en nuestra ruta de hoy, nos queda aun por ver la Catedral de San Patricio y el Rockefeller Center, para terminar relajándonos en Central Park.

 

Bajando hacia el sur por la Quinta Avenida y cargados de bolsas de compras, entre la 50 y la 51 nos encontramos con San Patrick’s Cathedral [8]. Si bien impresionante por fuera, rodeada y casi engullida por los edificios interminables a su alrededor, su interior no tiene desperdicio. Como siempre en los espacios de culto, se respetuoso, y si quieres hacer fotos, tendrás que hacerla desde los laterales y siempre que no se esté celebrando ningún oficio. Es el momento para arrepentirse de los pecados consumistas recien cometidos en la Quinta Avenida.

 

Ya arrepentidos, iremos por la 50 hacia el oeste hasta la Sexta Avenida (también llamada Avenida de las Américas), donde justo en la esquina veremos el Radio City Music Hall. Ya en la Sexta, bajaremos hacia el sur para tener a mano izquierda la plaza del Rockefeller Center [9] y sus edificios anexos. Ciudad de contrastes…

 

 

En la Plaza del Rockefeller Center se alinean puestos ambulantes de comida donde la gente se agolpa y hace cola para pedir su almuerzo, aprovechando el frescor de los jardines internos de la plaza, la fuente y las mesas para improvisar un comedor público en plena calle, rodeados de banderas de todos los países, lujo y dinero.

Y así finalizamos nuestro primer día caminando por las calles de Manhattan. En nuestro caso, decidimos terminarlo en Central Park, subiendo directamente por la Sexta Avenida. Allí, podrás alquilar una bicicleta o contratar un paseo en bici-carro por el parque. Aprovecha la puesta de sol para tumbarte en una de las grandes explanadas en Central Park, rodeados de árboles, ardillas, familias y niños jugando al baseball, y disfrutar de la luz mágica de la puesta de sol en los cristales de los edificios gigantes al sur del parque o bien de vuelta a tu hotel (y esto es lo que hicimos nosotros), esperando a los últimos momentos cuando el sol coincide con las calles. Yo tuve la suerte de coincidir en un día que el sol coincidía al ponerse con la alineación de las calles, en lo que se conoce como “Manhattanhenge”, circunstancia que ocurre dos veces al año.